El mundo de la música se enfrenta a un desafío sin precedentes: una canción generada mediante inteligencia artificial (IA) que imita las voces de los famosos cantantes Drake y The Weeknd podría ser nominada a los premios Grammy. La canción, titulada “Heart on My Sleeve”, ha sido creada por un artista anónimo conocido como Ghostwriter, quien se hizo viral en TikTok a principios de año debido a esta creación.
A pesar de que la canción fue retirada de plataformas de streaming como Apple Music, Spotify, Deezer y Tidal, debido a una denuncia de violación de derechos de autor por parte de Universal Music Group, la Recording Academy, que organiza los premios Grammy, ha permitido que el artista envíe su creación para su consideración en las categorías de Mejor Canción de Rap y Canción del Año.
El CEO de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación, Harvey Mason Jr., ha destacado que la canción es “absolutamente elegible porque ha sido escrita por un humano”, a pesar del uso de la inteligencia artificial para imitar las voces de los artistas.
Este caso ha abierto un debate sobre la música generada por IA en la industria musical y ha planteado preguntas sobre su aceptación y protección de los derechos de los artistas. La Recording Academy y otros actores de la industria están considerando cómo abordar esta nueva forma de creación musical para proteger los intereses de los artistas y garantizar que la creatividad siga prosperando.
La música generada por inteligencia artificial ha alcanzado un nivel fascinante en los últimos años, pero también plantea nuevos desafíos en cuanto a la protección de la voz de los artistas. Se espera trabajar en la construcción de una plataforma que permita a los artistas controlar el uso de su voz y asegurarse de que se les pague por su utilización.
Ghostwriter ha jugado un papel importante en la generación de conciencia sobre la música generada por IA y ha abierto el camino para futuras creaciones en este campo. La industria musical no puede ignorar el papel de la inteligencia artificial y debe encontrar la manera de abrazar esta nueva forma de creación sin perjudicar a los artistas.
Fuentes:
-The New York Times
