Según promotores de la inteligencia artificial (IA), a medida que se multiplican los centros de datos necesarios para la vida digital, aumenta la huella de carbono del sector tecnológico, aunque la IA podría reducirla. Se estima que para 2025 el sector consumirá el 20% de la electricidad mundial y será responsable del 5,5% de las emisiones totales de carbono. La proliferación de usos cada vez más demandantes de energía acelerará este ritmo. Existe una carrera por la eficiencia energética en el desarrollo de herramientas de IA generativa, sin embargo, se ha demostrado que el entrenamiento de un solo modelo de IA puede generar emisiones equivalentes a las de cinco automóviles a lo largo de su vida útil.
Los procesadores gráficos, o GPU, fabricados por Nvidia, que consumen mucha energía, son fundamentales para este desarrollo. Una vez completado el entrenamiento, el uso de herramientas de IA en la nube también requiere energía a través del consumo vinculado a las solicitudes recibidas. Sin embargo, si ya no se necesitan procesadores potentes para los servidores en la nube, las empresas podrían optar por soluciones más respetuosas con el medio ambiente. Amazon Web Service (AWS), Microsoft y Google, los principales actores de la nube, afirman tener objetivos de reducción de consumo de energía y emisiones de carbono.
Por otra parte, los promotores de la IA afirman que su huella de carbono no es problemática y que, una vez que se alcance una superinteligencia realmente potente, enfrentar el calentamiento global no será difícil. Además, creen que el despliegue masivo de la IA y la mayor rapidez de los instrumentos informáticos podrían acabar reduciendo la demanda de la nube y, por lo tanto, el consumo del sector. Con la IA, los dispositivos como ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes y automóviles podrían convertirse en supercomputadoras de bajo consumo que no necesiten recuperar datos de la nube.
A pesar de esto, algunos expertos consideran que la carrera hacia la IA está distrayendo la atención de los riesgos medioambientales y que las grandes corporaciones aún no están preocupadas por el impacto medioambiental, pero llegará el momento en que sí les importe.
Sources:
– Universidad de Massachusetts
– Google
– Universidad de California Berkeley
– Agencia Internacional de la Energía (AIE)
– Arun Iyengar
– Sam Altman, OpenAI (ChatGPT)
– Jensen Huang, Nvidia
– AFP