Durante el festival CogX en Londres, el reconocido actor y voz británica, Stephen Fry, reveló que fue víctima de robo por parte de la inteligencia artificial. Fry reprodujo ante sus seguidores un fragmento de un documental narrado por él mismo, pero al finalizar, aseguró que ninguna de esas palabras había salido de su boca y que no había dado permiso para que alguien las utilizara. Esto fue posible gracias a las malas prácticas de las compañías detrás de la inteligencia artificial.
Según Fry, los creadores de esta inteligencia artificial utilizaron su lectura de los siete libros de la saga Harry Potter para alimentarla y entrenarla, y luego la ofrecieron en el mercado sin su consentimiento. Esto preocupó a Fry, ya que podrían hacerlo leer cualquier cosa sin su permiso. Además, llamó la atención sobre el avance de los videos deepfake, que cada vez son más convincentes.
Esta situación se da en un momento en el que la industria cinematográfica de Hollywood está en huelga debido a los bajos salarios, las malas condiciones laborales y el uso poco ético de la inteligencia artificial para reducir costos. El sindicato de actores SAG-AFTRA, al que Fry pertenece, ha denunciado que algunos estudios están creando copias digitales de actores de fondo para reutilizar en otras producciones sin consentimiento ni compensación.
Stephen Fry no es el único actor de voz que ha sufrido los efectos negativos de la inteligencia artificial. En 2022, un grupo de actores para comerciales también denunció que sus voces fueron robadas y utilizadas en anuncios sin su consentimiento ni retribución. Esta situación plantea una escena distópica en la que la inteligencia artificial se aprovecha de los artistas.
Fuentes: [1]