Millones de estadounidenses están financiando indirectamente al Partido Comunista Chino (PCCh) sin saberlo. Sus ahorros y pensiones están siendo canalizados hacia empresas que construyen armamento para el Ejército Popular de Liberación de China y están implicadas en el genocidio en curso contra el pueblo uigur en Xinjiang. Este mes, el gobierno de Joe Biden dio un primer paso al emitir una orden ejecutiva que restringe algunas inversiones en empresas chinas involucradas en áreas como inteligencia artificial, semiconductores y computación cuántica. Sin embargo, este paso no es suficiente.
Es fundamental que el Congreso establezca medidas más sólidas y duraderas para regular la inversión en China. En primer lugar, se necesita una mayor transparencia sobre las inversiones en tecnologías críticas para la seguridad nacional. Además, no se deben permitir inversiones que apoyen la modernización militar china, los trabajos forzados y el estado de vigilancia tecno-totalitario de Beijing. Es necesario abordar todas las salidas de capital a China, tanto públicas como privadas, incluyendo los fondos de pensiones y los planes de ahorro del gobierno federal.
Asimismo, es importante excluir de las inversiones a las empresas chinas que apoyan al Ejército Popular de Liberación, están en listas negras de derechos humanos o no brindan protecciones básicas a los accionistas. También se debe tener en cuenta por completo los sectores críticos identificados por el PCCh en su estrategia “Made in China 2025” y su XIV Plan Quinquenal.
Finalmente, es esencial proteger la estabilidad del sistema financiero estadounidense. Los bancos y gestores de activos deben someterse a pruebas de estrés para garantizar que no estén expuestos a riesgos derivados de estas inversiones.
Es hora de que Estados Unidos tome medidas concretas y evite financiar indirectamente al Partido Comunista Chino. La orden ejecutiva de Joe Biden es un primer paso, pero se necesitan acciones adicionales del Congreso para proteger los intereses y los valores estadounidenses.
Fuentes: REUTERS, EFE