La popular aplicación de citas Grindr ha sufrido una pérdida significativa de personal, aproximadamente el 45%, a causa de la implementación de una política de regreso a la oficina, coincidiendo con los esfuerzos de sus empleados por sindicalizarse. Alrededor de 80 de los 178 empleados de la compañía renunciaron después de que se les exigió regresar presencialmente al menos dos días a la semana.
La decisión de Grindr de imponer el regreso a la oficina ha generado críticas y denuncias de represalia. El sindicato Communications Workers of America (CWA) ha informado que la empresa otorgó indemnizaciones a los empleados que no pudieron cumplir con esta política, lo que se ha interpretado como un intento de silenciar a los trabajadores sobre sus condiciones laborales.
Esta reducción de personal plantea preocupaciones sobre la seguridad y la estabilidad de la aplicación para sus usuarios. Erick Cortez, miembro del grupo organizador, afirmó que estas decisiones de Grindr han dejado a la empresa con una peligrosa falta de personal y demuestran un intento de silenciar a los trabajadores y disuadirlos de ejercer su derecho a organizarse.
El CEO de Grindr, George Arison, defendió la medida ante los inversionistas, asegurando que se espera una mayor pérdida de personal pero que esto beneficiará financieramente a la empresa en el corto plazo. Aunque reconoció que el equipo será más pequeño, destacó que este enfoque demostrará que no se necesita un equipo tan grande para hacer las tareas necesarias.
El caso de Grindr refleja una tendencia en el mundo tecnológico, donde otras empresas como Amazon y Google han revertido sus políticas de trabajo remoto y enfrentado desafíos similares. Los costos de personal son significativos para Grindr, especialmente después de las tasas pagadas a plataformas de distribución de aplicaciones como Apple y Google.
Fuentes:
– Communications Workers of America (CWA)
– CEO de Grindr, George Arison