El descubrimiento de los cuasicristales marcó un hito en la ciencia de los materiales, al desafiar la definición tradicional de los cristales. Durante setenta años, se consideraba que los cristales eran sólidos en los que los átomos estaban ordenados de manera periódica. Sin embargo, en 1982, el científico Dan Shechtman descubrió un cristal que tenía orden, pero no era periódico, lo cual revolucionó la comprensión de la materia.
Este descubrimiento generó reacciones tanto positivas como negativas en la comunidad científica. Algunos científicos se mostraron escépticos y rechazaron los hallazgos de Shechtman, llegando incluso a tildarlo de “cuasicientífico”. Sin embargo, Shechtman se mantuvo firme en sus resultados, respaldados por su experiencia en microscopía electrónica de transmisión.
A pesar de la oposición inicial, Shechtman no tuvo dificultad en defender sus descubrimientos, ya que estaba seguro de que sus resultados eran correctos. Pronto, otros científicos se unieron a él y comenzaron a replicar y desarrollar su trabajo, lo que llevó al rápido crecimiento del campo de los cuasicristales.
El caso de Shechtman es un ejemplo más de la resistencia que a veces se presenta en la comunidad científica frente a nuevos descubrimientos. Sin embargo, en la actualidad, estas disputas suelen resolverse rápidamente mediante la publicación de artículos científicos.
El descubrimiento de los cuasicristales no solo desafió la definición tradicional de cristal, sino que también presentó un cambio de paradigma en la ciencia de los materiales. Este hito permitió reescribir el libro científico y abrir nuevas perspectivas en la comprensión de la materia y sus propiedades.
Referencias:
– Fuente del artículo: Entrevista a Dan Shechtman. [Fuente desconocida]
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